26 Sin embargo, nadie podrá consagrar un primogénito de su ganado, ya que, por ser primogénito, pertenece al Señor: sea que se trate de un ternero o de un cordero, pertenecen al Señor. 27 Pero si se trata de animales impuros, podrán ser rescatados por la suma en que hayan sido tasados, añadiendo una quinta parte de su valor. Si no es rescatado, el animal será vendido por la suma establecida.
martes, 16 de febrero de 2010
El rescate de los primogénitos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario