viernes, 19 de febrero de 2010

Capítulo 13. (9-17) La lepra crónica

La lepra crónica

9 Cuando en una persona aparezcan síntomas de lepra, será llevada al sacerdote. 10 Si este descubre en la piel una hinchazón blancuzca, que ha emblanquecido el vello, y si en la parte hinchada se ha formado una úlcera, 11 entonces se trata de lepra crónica. El sacerdote debe declarar impuro al enfermo, sin necesidad de aislarlo, porque ciertamente es impuro. 12 Pero si la lepra prolifera hasta cubrir por completo la piel de la persona afectada, de la cabeza a los pies, en cuanto el sacerdote alcanza a ver, 13 y si este, al hacer el examen, comprueba que la lepra cubre todo el cuerpo, entonces deberá declarar pura a la persona afectada. Es pura, porque se ha vuelto totalmente blanca. 14 Sin embargo, apenas aparezca una úlcera, será impura. 15 Cuando el sacerdote vea la úlcera, la declarará impura: la úlcera es impura porque es lepra. 16 Pero si la úlcera se vuelve a poner blanca, el enfermo irá de nuevo al sacerdote, 17 y él lo examinará. Si la afección ha recuperado el color blanco, el sacerdote tendrá que declarar pura a la persona afectada, porque es pura.

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