viernes, 19 de febrero de 2010

Capítulo 22 (10-16) Los excluidos de las comidas sagradas

Los excluidos de las comidas sagradas

10 Ningún extraño podrá comer de las cosas sagradas, ni tampoco lo harán el huésped o el jornalero de un sacerdote. 11 Pero si un sacerdote adquiere con su dinero un esclavo, este podrá comer de las cosas sagradas; y también los esclavos nacidos en su casa podrán comer de su pan. 12 Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no es sacerdote, ella no podrá comer de las ofrendas sagradas. 13 Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada y, no teniendo hijos, vuelve a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del pan de su padre. Ningún extraño comerá de él; 14 y si alguien, por inadvertencia, come de una ofrenda sagrada, deberá restituirla al sacerdote, añadiendo además una quinta parte de su valor. 15 Los sacerdotes no permitirán que los israelitas profanen los dones sagrados que ellos reservan para el Señor, 16 o que carguen con un pecado que exige una reparación, por comer esos dones sagrados. Porque yo soy el Señor, que los santifico.

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