viernes, 19 de febrero de 2010

Capítulo 22 (1-9) La santidad de los que participan en las comidas sagradas

La santidad de los que participan de las comidas sagradas

22 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Instruye a Aarón y a sus hijos, para que tengan mucho cuidado con los dones sagrados que me consagran los israelitas, no sea que profanen mi santo Nombre. Yo soy el Señor. 3 Por eso, diles lo siguiente:

Si alguno de sus descendientes, en cualquier generación, participa en estado de impureza de los dones sagrados que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo soy el Señor.

4 Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca de blenorrea, podrá comer de los dones sagrados hasta que quede purificado. Si alguien toca lo que se ha vuelto impuro a causa de un cadáver, o si tiene una eyaculación, 5 o si toca algún animal o algún ser humano que lo hace impuro –cualquiera sea la clase de impureza – 6 si alguien toca algo de eso, será impuro hasta la tarde y no comerá de las cosas sagradas sin lavarse antes con agua. 7 Al ponerse el sol quedará puro, y entonces podrá comer de las cosas sagradas, porque son su alimento. 8 No comerá ningún animal muerto o despedazado por las fieras, porque de lo contrario incurriría en impureza. Yo soy el Señor.

9 Que observen mis prescripciones, no sea que carguen con un pecado a causa del alimento, y mueran por haberlo profanado. Yo soy el Señor, que los santifico.

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